Arquitectura de Chiloé

La arquitectura chilota es tan rica que, incluso, existe una corriente arquitectónica conocida como Escuela Chilota de Arquitectura. Su base es la madera, debido a que los artesanos locales tienen una habilidad increíble para trabajarla, así como otros materiales de origen natural. Durante el siglo XVII, cuando sacerdotes jesuitas desembarcaron en el archipiélago, se buscó recrear la ornamentación y las estructuras de modelos europeos hechos, por ejemplo, con mármol. La capacidad de adaptación y transformación de los isleños fue impresionante, ya que crearon construcciones bellas y  duraderas con estos nuevos materiales.

De hecho, el aislamiento de la isla y su geografía desbordante en madera le ha permitido sobrevivir, ya que es parte de su economía y del desarrollo local. El trabajo tanto de arquitectos y de carpinteros isleños ha ido pasando de generación en generación y continúa como parte esencial de la vida cotidiana de la isla de Chiloé.

Iglesias Patrimoniales

Declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, estas edificaciones son el resultado de una mezcla de la cultura española y huilliche. La mayoría de estos templos fueron construidos a mediados del siglo XVIII y principios del siglo veinte. En las distintas iglesias se pueden observar manifestaciones del estilo barroco, neogótico y neoclásico, con aportaciones propias de los arquitectos isleños.

Palafitos

Son construcciones típicas de Castro, pero mundialmente conocidos por su especial arquitectura. Fueron hechos para aprovechar la costa durante la expansión comercial del siglo XIX. Son casas de madera y tejuelas de alerce que se emplazan sobre un muelle con gruesos pilotes. Poseen además una terraza superior que cumple la función de un patio y un nivel inferior que se utiliza para los trabajos de pesca, de acuerdo a las horas de marea.

Casas con tejuela

La utilización de tejuelas de alerce para cubrir construcciones es un aspecto clave dentro de la arquitectura chiloense, algo que se puede admirar en sencillas casas rurales y urbanas. Curaco de Vélez es el mejor lugar para visitar casas de tejas. A su vez, se observan varios tipos de madera como ciprés, mañío o pellín.